El ser humano comparte con los animales las capacidades instintivas, inteligencia práctica e incluso la posibilidad de incluir diferentes hábitos a su vida, sin embargo, éste es el único ser vivo cuya característica principal es estar dotado de inteligencia racional, la cual utiliza diariamente en situaciones variadas.
A medida que pasan los años, el ser humano tiene la necesidad de evolucionar tanto física como mentalmente, entonces comienza a hacer o expresar una cantidad de preceptos que pasan de generación en generación y aunque al principio toda esa información se conocía como datos, actualmente se le denomina concepto.

La definición de concepto nace del latín conceptus y este no es más que la unidad básica y elemental del pensamiento humano, tiene su génesis en una idea totalmente abstracta bajo construcciones mentales que nos hacen comprender las experiencias vividas y que, posteriormente, se plasman en palabras. Con la definición de concepto no sólo idealizamos o especificamos un objeto, situación o sentimiento, sino que también se señalan cualidades, propiedades e identificación del mismo.
A menudo se le conoce como la unión o enlazamiento del pensamiento humano, puede construirse de diferentes maneras y, lo más importante, lo hacemos día a día.
Los conceptos tienen extensiones compuestas por todos los objetos que comparten características similares a la que estos se refieren. Un perro, por ejemplo, posee la conceptualización de ser un animal cuadrupedo, forma parte de los seres vivos y su principal característica es ser fiel, sin embargo, no todos los perros son iguales físicamente.
Existen razas diferentes con tamaños variados y características que los individualizan, pero al final, la idea de lo que es un perro siempre será la misma. Acá vemos la generalización de la palabra a la que le hemos otorgado un significado.
Cómo se origina un concepto en la mente de un ser humano
La definición de concepto puede ser variar según el punto de vista, de hecho, muchas personas forman los conceptos a partir de sus creencias. Le dan un significado a un objeto de acuerdo a lo que ven, escuchan, sienten o experimentan a través de sus vivencias. Todos podemos crear un sin fin de significados e ideales para un solo elemento u objeto en específico.
No se necesita de mucho tiempo para llegar a una conclusión, tampoco es necesario poseer un gran conocimiento sobre el tema, solo se necesita imaginación y saber combinarla con la manera en la que vemos al mundo.
Cuando decidimos asignarle un significado a algo, conectamos un elemento con otro. Esto genera una consecuencia: la creación de un un sistema que se transmite a otros individuos y, a su vez, lo adaptan según sus cualidades, a lo que perciben, desean y piensan. Todo esto nos lleva a una conclusión: los conceptos definitivamente nacen del pensamiento, sin embargo, necesitamos de una serie de aspectos que nos permitan darle forma según la necesidad del individuo.
Dentro de las tantas facultades que tiene el ser humano, la capacidad de raciocinio y el dominio total de nuestros sentidos hacen que podamos construir un concepto de una manera bastante sencilla.
Los 5 sentidos que posee el ser humano permiten darle un enfoque más complejo a todo lo que le rodea, de manera que se puedan elaborar significados amplios de los animales, objetos e incluso de la naturaleza en general. Dado que el pensamiento es muy extenso, también es posible darle forma a las ideas referentes a emociones, sentimientos, sensaciones y a los comportamientos del resto de los seres vivos.
Si partimos desde la definición de concepto, el génesis de lo que realmente lo engloba, nos damos cuenta que siempre se ha tratado de una información que recibe nuestra mente y que es categorizada para darle forma, de manera que éste pueda ser el resultado directo del contacto que todos los humanos tienen con el mundo.
Cabe destacar que no importa si se trata de un mundo material o inmaterial, la información termina siendo igual de vital para el ser humano. Es importante destacar la importancia del lenguaje en la construcción de un concepto, pues el contexto define su lógica.

Se puede partir bajo la premisa de el recorrido como una acción. Si se trata de un concepto largo, se incluye el tiempo y espacio, es decir, dónde y cuándo estamos frente a un recorrido, cómo reconocerlo y qué hacer para llevarlo a cabo. Otra forma de construir un concepto fácilmente, es notar la realidad exacta del objeto al que pretendes conceptualizar, es decir, prestar atención al físico del objeto, cosa o elemento, por ejemplo, una naranja.
Concretamente, la realidad de la naranja es que es redonda. ¿Qué otra cosa se puede notar de la naranja? Que es de un determinado color y forma, esta es una manera abstracta de hacer relucir las cualidades que posee la fruta. Luego viene la categorización de otros objetos que pueden ser similares al cítrico, en este caso serían otras naranjas.
Para finalizar, se debe hacer una generalización, esto quiere decir que si una naranja es redonda, de una tonalidad especial y con un aroma específico, todas las naranjas son iguales. Lo mismo ocurre cuando intentamos que el pensamiento sobre las interacciones o cualidades tenga sentido. No es lo mismo crear significados sobre la fidelidad de los animales y aplicarlas en el tipo de fidelidad humana. En ocasiones se podrán tener conceptos en la mente sin tener las palabras adecuadas para expresarlas. La manera en la que pensamos y vemos al mundo nos ayuda muchísimo a darle un giro a todo.
Diferencia entre un concepto y una definición
Aunque muchas personas piensan que la definición y el concepto son lo mismo, la verdad es que son totalmente diferentes. Sí, ambos tienen muchas similitudes, pero su estructura o creación parten de criterios opuestos. Todos podemos entender la conceptualización como la representación que hace nuestra mente para comprender algo, mientras que, por el contrario, la definición es una oración corta y clara en la cual se describe el significado de cierta palabra, sumándole además, las características generales de dicha expresión.
En la gramática, las definiciones son sustantivos femeninos, mientras que los conceptos forman parte de los sustantivos masculinos.

Ahora, cuando se trata de la definición, sus características están conformadas por ser precisa, concisa, breve, objetiva y, lo más importante, la palabra que se está definiendo no se repite en la definición, valga la redundancia.
Un ejemplo muy claro de esto es la siguiente frase “Una madre es toda mujer cuya característica principal es gestar fetos para posteriormente ser su madre” ¿Notan la repetición de la palabra? En las definiciones, esto no puede hacerse, sin embargo, en los conceptos lo vemos con bastante naturalidad. Las definiciones tienen reglas y la principal es que al momento de plasmar el significado de la palabra, esta se debe aclarar de una manera simple, por eso nos encontramos con significados cortos pero a su vez bastante reveladores sobre los orígenes de una palabra determinada.
Otra regla es que este tipo de significados no abarcan negativos porque al mencionarlos solo agregamos términos confusos. Al igual que nuestro tema principal, la definición cuenta con una clasificación amplia y algo compleja, esto es debido a que se busca tipificar la palabra que se está definiendo. La definición puede ser léxica, intencional, estipulativa, ostensiva y extensional.
La definición léxica se concentra en una lengua o sociedad, es decir, le otorga un término específico a una palabra utilizada en los lenguajes naturales (tomando en cuenta cultura, territorio e idioma. Este tipo de definiciones se encuentran en los diccionarios a nivel general.
La definición intencional
Se encarga de describir las características y elementos que deben estar presentes imperativamente en la palabra u objeto para que esta pueda ser considerada como una definición y, posteriormente, elaborar un concepto. Esta clasificación es muy común y la más empleada no solo por adultos, sino también por los niños que recientemente están comenzando la etapa del habla. En casos como estos, es necesario que cada característica se explique correctamente, de manera que no existan confusiones y sepamos qué significa la palabra y cuáles objetos están incluidos en la definición.
Las definiciones estipulativas
Se basan en explicar un significado diferente a una palabra que ya tiene una definición, por ejemplo, la palabra retoño. Si bien ésta es alusiva a un tallo que brota de una planta, también puede utilizarse para referirse a un niño de muy corta edad. Generalmente las madres hacen uno de esa palabra haciendo referencia a los bebés recién nacidos o de al menos 2 años de edad.
Las definiciones ostensivas
Se basan en la explicación o definición de una palabra mediante ejemplos, es decir, buscan una referencia para apoyar el significado de cierto elemento. Esto se debe a que la explicación de la palabra puede ser confusa para el receptor, el cual puede ser un niño o una persona de distinto idioma. Una buena manera de explicar esto, es cuando alguien quiere aprender sobre los colores y buscamos un objeto que tenga esa tonalidad para hacer la referencia.
Si se quiere saber cuál es el color verde, señalamos una planta, una fruta o un vegetal que posea esta tonalidad. Al hacerlo, el sujeto sabrá que el verde se agrupa con la naturaleza y que así como esta puede tener esa tonalidad, muchos objetos también.
Las definiciones extensionales
Estos no son más que la generalización de una palabra, ejemplo, los planetas. Si hablamos de los planetas existentes en nuestro sistema solar, solo basta con enlistar a Mercurio, Júpiter, Marte, Tierra, Venus, Saturno, Urano y Neptuno.
Todos tienen una misma definición, sin embargo, cada uno posee características diferentes, llegados a este punto notarán las similitudes existentes entre las definiciones ostensivas y extensionales, pero su mayor diferencia es que los elementos que hay en estos términos no siempre pueden ser enumerados. Es allí cuando resulta más fácil intentar las definiciones ostensivas o intencionales.
Tipos de conceptos

La manera directa de expresar todo esto es mediante el lenguaje y precisamente por eso la ciencia nos ha dotado con todas las herramientas útiles que, de una manera sencilla, se ajustan a los contenidos exactos a los que buscamos llegar. Existen muchos tipos de conceptos y los hemos mencionado a lo largo de este post, sin embargo, siempre es bueno mencionar y explicar a cabalidad todo lo referente a ello, por eso dejaremos por acá la clasificación más acertada de los conceptos.
Conceptos emocionales
Esta clasificación describe directamente los sentimientos que experimenta el ser humano a lo largo de su vida. Algunas personas tienden a prestarle atención a este aspecto, otras no, pero es importante destacar que cada uno de ellos existe, que sí es posible elaborar una definición y, a su vez, conceptualizarlos. Por ejemplo, la idea del amor abarca el cariño, afecto, empatía, apego y dependencia.
Para muchos este sentimiento es hermoso y lo buscan tanto en ellos mismos como en los demás. Otros piensan que el amor es comercial, ficticio y superficial, viendo solamente el lado negativo que este posee.
Conceptos morales y éticos
En esta clasificación engloba todas las conductas socialmente aceptadas que han sido parte fundamental en la creación de las leyes. Este tipo de definiciones y conceptualizaciones son puntos claves para preservar la convivencia humana y regular al hombre en sociedad, un ejemplo claro de esto es la honradez y el respeto, dos valores morales y éticos que nos impulsan obrar de buena fe. Cuando hablamos del respeto nos referimos al trato cordial y cortés con el prójimo, considerar sus vivencias y estimarlas. La honradez se refiere a la conducta adecuada en la sociedad, a la actitud intachable, sincera y justa.
Conceptos formales
Estas ideas nacen de las ciencias primarias y explican cada una de las condiciones que estas poseen. Se les llama formales porque se encuentran dentro de los estudios del ser humano. Podemos dar varios ejemplos clásicos con las materias base de los jóvenes: Matemáticas, química y física. En la primera nos encontramos con una ciencia que estudia los números, en la segunda hablamos de los elementos químicos, valga la redundancia, refiriéndose directamente a su interacción y reacción.
La física es una ciencia que estudia las leyes del espacio y gravedad. Todas conforman fórmulas que nos servirán en nuestra vida cotidiana.
Conceptos científicos
Se trata de datos avalados por una comunidad de expertos que se encargan de investigar y estudiar la composición orgánica o el génesis de palabras o frases. También es importante mencionar que para crear estos significados, se deben llevar a cabo diferentes experimentos, elaborar hipótesis, teorías, debates… Todos lo que puedan llegar a ser útiles en la investigación.
Estos conceptos se desglosan en clasificatorios, métricos y comparativos. El primero se refiere a un determinado conjunto de situaciones que poseen elementos comunes, el segundo estipula números a hechos y objetos. Los comparativos establecen diferencias y semejanzas de objetos, personas o cosas.
Conceptos técnicos
los datos que aportan este tipo de ideas y definiciones son precisos, concisos y directos, evalúan los elementos de un sistema, describen cada una de las características técnicas y, a su vez, verifican que se cumplan todas y cada una de las especificaciones del mismo. Un ejemplo claro de esto, es el concepto de memoria ram, el cual refleja el almacenamiento interno de datos, programas o información de una pc. Esta conceptualización puede generar más detalles, por ejemplo, la realización de escrituras y operaciones de lectura que optimicen el sistema a partir de este elemento en particular.
Conceptos sociologicos
las relaciones interpersonales que cada ser humano ha experimentado a lo largo de los años, nos han permitido tener en cuenta diferentes pensamientos sociológicos que nos hacen ver de una manera más objetiva nuestros derechos y deberes en la sociedad. Si bien a nivel social estamos sujetos a una serie de valores éticos y morales que regulan nuestra conducta, también tienen un impacto fundamental en una nación, pues de alguna manera influyen en la correcta creación y aplicación de leyes. Por eso los valores están íntimamente vinculados con las leyes, pues a partir de ellos se han creado las cartas magnas del mundo.
La relación entre el concepto y el lenguaje
A lo largo de este post, se ha visto y analizado como nace un concepto, sus características y clasificación. Si de algo se está seguro, es que su génesis viene del pensamiento, del punto de vista que se le otorga y del sentido lingüístico que este abarque. Justo acá es importante mencionar que no solo se necesita del pensamiento para elaborar un concepto, sino también de ciertos factores que influyen de manera intrínseca en su construcción: cultura, idioma, contexto y expresión. Existen términos que en una determinada región poseen un significado unánime, pero en otros lugares se conocen con otro tipo de datos.

Los niños, durante la transición entre el habla y el aprendizaje, tienden a gesticular para comunicar sus necesidades, ven al objeto, lo señalan y posteriormente se les enseña su nombre y funciones, ahí estamos conceptualizando lo que hacen o desean.
Podemos observar esta relación de la siguiente manera, a nivel cultural y territorial, una misma palabra puede tener diferentes significados según su uso dentro de la población y la jerga. Esto se ha ido acentuando y afirmando cada vez más durante los últimos años debido a los procesos migratorios, donde muchas personas se han dado cuenta que las palabras que en su país tenían un significado, en su lugar de arribo poseen un concepto totalmente distinto. Una palabra puede ser de uso normal para una cultura específica, pero para otros se puede estar refiriendo a una ofensa.
Un ejemplo claro de esto es la felicidad. No todas las personas tienen un mismo pensamiento de esto, pues unas lo ven como un sentimiento, otros lo consideran un estado anímico momentáneo, efímero, duradero, dependiente o independiente y todo eso puede variar dependiendo del punto de vista de las personas.
Lo importante a mencionar en este caso, es que no importa el territorio, idioma o cultura, ningún ser humano puede tener el mismo pensamiento de un sentimiento, pues cada uno de ellos se alimentan de las experiencias vividas individualmente, conductas aprendidas, adquiridas y deseadas.
¿Qué queremos dar a entender con esto? Recordemos que los conceptos nacen de una necesidad biológica de estudiar, clasificar y generalizar elementos, objetos y cualidades hasta otorgarle un significado personal que, poco a poco, llega al resto de los individuos. El lenguaje se centra en la capacidad de expresar pensamientos o sentimientos a través de la palabra.
Entonces, podemos entender que la relación entre el lenguaje y el concepto no debe tomarse como una unidad, sino como la multiplicidad de varias expresiones y que, al final, generan definiciones, palabras y oraciones difusas que pueden adaptarse a diferentes situaciones o circunstancias.